Tributo de la Bitácora Cubana para David de Alba *

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Desde el otrora afamado Club Finocchio que abría sus puertas en el número 506 de la calle Broadway en San Francisco, California; David de Alba, un famoso artista nacido el 20 de mayo en la cubanísima ciudad de Camagüey, le hacía honor a la magia y al misterio que envuelven las noches de los clubs nocturnos.   El Club Finocchio abrió sus puertas el 15 de junio del año 1936, y dejó de existir el 27 de noviembre del año 1999.   Fué durante muchos años un importante centro de trabajo donde se dieron cita grandes figuras artísticas que cultivaron con gran sentido de profesional el género del transformismo.

Noche tras noche, las luces en el escenario seguían la silueta de “Judy Garland”; ella se movía con su característica sensualidad inocente.   Sin esfuerzos, acaparaba la atención de los espectadores.   Ahí estaba: viva, joven, con su inconfundible voz de fuertes matices atrapando a todos con los acordes de canciones, tales como "Come Rain or Come Shine", "By Myself", "Hello Bluebird", "What Now My Love?", "Never Will I Marry" ó, la muy admirada “Over the Rainbow” de la película El Mago de Oz y considerada como una de las mejores canciones del Siglo XX.

Los aplausos llenaban el espacio, los gritos de ¡Bravo! se repetían desde diferentes puntos de la sala, “Judy” se inclinaba varias veces en señal de respeto ante ese público al cual se debía, y al que le entregaba su alma en cada presentación.   La felicidad y el cansancio se reflejaban en su rostro; pero aún dedicaba más tiempo a ese público, firmando autógrafos, sonríendo a los “flashes”…

Se apagan las luces, y el famoso Club Finocchio cierra sus puertas; pero cada noche, en el camerino, el show continúa.   “Judy” con dedicación y seguridad limpia su rostro frente al espejo para dar paso a otra mascarada..., tras el maquillaje y como por arte de magia, va surgiendo el rostro siempre alegre, amable de David de Alba ...La Leyenda Cubana.   Se cierra la puerta del camerino y la silueta camina con su bolso y su noche a cuestas.

David de Alba: cantante, imitador de estrellas femeninas, bailarín y hábil entrevistador de celebridades comenzó a desarrollar su vocación artística en el año 1965 en la ciudad de Chicago, Illinois.   Estudió drama, maquillaje, oratoria, baile, canto y cosmetología llegando a ser reconocido como “El Estilista de las Estrellas”.   Prueba de ello fue la secuencia filmada en su salón de belleza de la serie de televisión “Espías” producida por “Lorimar Productions TV” y estelarizada por Tony Curtis.   Dicho salón de belleza estaba ubicado para aquel entonces en la ciudad de San Francisco.

Desde el año 1970 y gracias a los consejos de un prominente estilista, David de Alba comenzó a desarrollar su otra vocación; la de artista.   A partir de esa fecha y en el escenario del Club Finocchio, David aunaba sus conocimientos artísticos con todo lo aprendido en el campo del estilismo, logrando lo que muy bien puede considerarse como “imitaciones perfectas” de estrellas tan difíciles de interpretar como Judy Garland, Edith Piaf y Liza Minnelli; así como a personajes de su propia inspiración tales como “Boy-Chic”, “Pierrot”, “Happy Clown”, y “Judy's Hobo”.

Este artista cubano tiene el orgullo de ser el único hispano que conforma el grupo de los mejores transformistas del Siglo XX, en el año 1999 fue electo por el TG Forum e incluído en el “Gallery of Greats”

El transformismo de David no se limita a la representación de Judy Garland -de la cual, tiene una colección asombrosa con disímiles objetos, que mostró Univisión mediante el programa “Fuera de Serie”- también da vida a Liza Minnelli, a los legendarios Olga y Tony, y muchas otras figuras, que junto a su acto como Boy-Chic, conforman un espectáculo completo.   Este programa recorrido mucho camino, desde El Club Finochio de San Francisco de los años ochenta, pasando por muchos otros, hasta recalar en la cuidad que nunca duerme, Las Vegas.

Heri Frank García, Jr. nació en Camagüey, la Ciudad de los Tinajones en la bella Cuba.   Su madre maestra le inculcó los buenos modales y la corrección en el lenguaje y la expresión.   Su padre trabajador de ferrocarriles y latifundista aportó el respeto y la disciplina.   Pero su desarrollo general lo moldearon las mujeres que rodearon su vida: las abuelas María y Emilia, las primas Soledad y Aleida, la tía Esperanza y su “Estrella negra”, la sirvienta Graciela Fernández.  [Foto a la derecha]   Ellas lo introdujeron en el catolicismo y el espiritismo, pero también en el mundo femenino, tanto, que su madre al arribo de Fidel Castro a la Isla, decidió sacarlo de Cuba.   Por lo que representaba el comunismo, y también, por su marcada tendencia hacia lo femenino, ella se dió cuenta desde un primer momento que su hijo, no tenía futuro en una sociedad con predominio machista.

Judy, Liza, David, Heri… entra a su casa donde aparecen premios, trofeos, fotos, una larga muestra de la vida dedicada al espectáculo, el cansancio es bueno porque los aplausos han llenado el mundo interior que le domina.   David se siente orgulloso de ser un artista, él canta con su voz propia mientras que casi todos los tranformistas hacen mimica a discos.   Ha grabado hasta la fecha nueve discos que se pueden adquirir visitando su página Web y cuenta también con videos donde expone algunos momentos importantes de su carrera artística.

Actualmente espera poder demostrar su arte en el área de Las Vegas, donde reside actualmente.   Para contrataciones pueden comunicarse con el artista a la dirección de correos que aparece bajo estas líneas.